Un pequeño relato que escribí hace meses. No tuvo final. Lo volví a reescribir y le di este final.
Era un día nuevo , un nuevo comienzo para José Guevara.
Días antes se sentía confundido , mas que confundido , se sentía preocupado: se acercaba el ultimo día de clases y no tenía idea de que hacer cuando acabará el colegio.
Nunca le había pasado por la cabeza la idea de que hacer con su vida una vez que se encontrara fuera de ese mundillo. Veía esos días muy lejanos; pero los meses se volvieron semanas y las semana días . Así que en las ultima semana se había decidido a encontrar la respuesta a su interrogante. Desde que tenía uso de memoria siempre se recordaba leyendo un libro, viejo compañero de soledades. Sentía las palabras que leía era tan ciertas y profundas y sentía que a través de los libros lograba conocer, de alguna manera, al autor. Había aprendido a vivir lo que leía .
Sus notas eran regulares, pero siempre había resaltado en letras. ¿Por qué no me dedico a escribir? Se preguntó . El profesor siempre dice que mis composiciones son brillantes y demuestran un talento natural .
No hay mas vueltas que darle , estudiare literatura , se dijo para sus adentros. Además siempre me interesó la idea de escribir un libro. He tenido muchas ideas; pero ninguna la he llevado a un fin. Sonrió para sí mismo y se sintió orgulloso de lo que había decidido.
Los días de confusión habían acabado , había encontrado algo que lo haría sentir feliz y realizado. Sentía que tenia talento. Se veía en lo alto , en la cima , siendo reconocidos por otros que al igual que él habían ido detrás de sus sueños.
Llegó el último día de clases y José se alisto para ir al colegio , seguro de sí mismo y de su decisión. Llegó al salón , se sentó a escuchar las últimas palabras de sus profesores. Solo le interesaba lo que uno de ellos tenía que decir, su viejo profesor de Literatura, el que tantos libros le recomendó, uno por cada problema que tuvo. Mas este nunca se presentó.
No podía esperar a que sonara la campana del recreo para hablar de sus planes con sus amigos. El tiempo se torna relativamente extenso cuando uno piensa en él.
Las horas pasaron y llegaron los tan ansiados minutos de recreo . José y su grupo de amigos se habían juntado a hablar de lo que harían en el futuro.
-Yo seré abogado-dijo Javier-. Mi padre y mi hermano mayor lo son y yo espero seguir sus pasos.
-Mmm ...abogado , tal vez yo también lo sea. Abogado Aguirre, no suena mal - dijo Luis.
-¡Abogado , tú! No me hagas reír , con esas notas a lo mucho llegas a barrendero-dijo Javier.
Todos se rieron.
-¡Como vuelvas a hacer otra broma te rompo la nariz!-dijo Luis, con una mirada llena de odio y envidia -. En el fondo sabía que era cierto.
- Yo seré ingeniero , allí esta el dinero. Mi padre me mandará al extranjero a estudiar , ya no puedo esperar para irme de este país- dijo Javier , con un tono de superioridad.
-¡Qué suerte tienen todos! -dijo Julio, con la mirada baja-. Yo acabando el colegio voy directo a trabajar.
-Bueno dejando del lado la mala suerte de algunos, ¿qué vas a estudiar José?. -dijo Javier, mirando a Julio con un gesto de superioridad.
-Estudiaré literatura.
Todos se quedaron sorprendidos .
-Literatura , estas loco ¿de que vas a vivir?. Se logró entender entre todos la batahola generada por sus compañeros.
-Ya me las arreglaré , superaré todos los obstáculos. Seré el mejor-dijo José.
-Serás un mendigo-dijo, Javier entre carcajadas.
La campana sonó y entró el ultimo profesor a decir lo que ya habían dicho los anteriores: el viejo discurso reciclado.
En las carpetas posteriores aún se escuchaba a Javier hablando en voz baja: recriminándole a José su decisión.
Una vez acabadas las clases el grupo se quedo afuera del colegio , despidiéndose , deseándose suerte en sus caminos y prometiendo que se verían de vez en cuando. Más de uno nunca más se volverían a ver.
José fue directo a su casa , sentía que debía decirles a sus padres la decisión que había tomado.
Nunca se habían preocupado en preguntarle sobre sus aspiraciones pero su padre, un hombre serio y práctico, le había dicho en la mañana que esperaba su respuesta cuando volviera del colegio.
José entro en su casa , se cambió y fue a conversar con su padre. Él cual se hallaba en la mesa de la sala esperándolo.
-Y bien , que has decidido-dijo su padre , con seriedad en su mirada.
-Estudiaré literatura, papá -dijo José con alegría en su mirar.
-¿Es una broma? No puedes hablar en serio.
-Pues si , habló muy en serio.
-¡No!. Serás abogado , ingeniero , medico , cualquier cosa menos literato.
-Pero , papá. Yo seré el mejor , confía en mi ...
-¡No seas estúpido hijo! He dicho que no y se acabó.
El papa de José se levantó furioso de la mesa , José trato de detenerlo pero fue derribado de una bofetada. Y allí en el piso las dudas de José se tornaron grandes , los obstáculos insuperables, su convicción antes fuerte ahora se mostraba frágil .
Lágrimas se acercaron a sus ojos y desde ese día José vio la vida con los ojos de su padre, sonrió y dijo: que tonto aquel sueño...
¿A donde quieren llegar hijos mios?
ResponderEliminarNo hacen mas que extinguir el talento y la inspiración, abdiquen.