Bueno lo que escribí hoy, hace unas horas, lo realice en medio de una visita navideña, en la casa de mi abuela, en la laptop de mi bella prima. Entre canciones de Joy division(Love will tear us apart), Interpol( Specialist), Caifanes (Quisiera ser alcohol) y una mención honrosa para una canción que escuche alguna vez y que hoy día por azares del destino recordé, gustándome igual que ayer: Por qué canto así en la voz de Julio Sosa.
Bueno si llegaron a leer todo esto, unas líneas más no los matara.
La bebida se bebe al hombre
Sumido en la vorágine de los días sin retorno un hombre se encontraba ensombrecido por un hecho fatídico que día a día atormentaba el abismo de su alma. Se lamentaba: no me afecta nada, ya nada me emociona, estoy vacío. Lloraba recuerdos y una esquina entristecía, soñaba recuerdos que no le pertenecían. Solo anhelos vagos que entre sueños su mente complacía y que la luz del sol se encargaba de convertir en irrealidades.
Todos los que pasaban por su esquina, personas que se tildaron en tiempos tranquilos de amigos, ninguno de ellos se dignaba a acercarse,solo lo miraban desde lejos y en voz alta se burlaban.
Ya no recordaba el origen de su actual estado, de su suplicio, aunque en su mano tenía la respuesta, la cicuta para su enfermedad, su eterna sed, el cuchillo que hacía más honda la herida. ¡Qué más daba!, ¡ella siempre estaba para él!
Ella su fiel amiga, siempre presente, infaltable compañera de noches desveladas, llena de vidrios rotos y olores nauseabundos. La ansiedad del día se iba entre copas con sabor a soledad.
Siempre decía entre lágrimas y risas: A falta de una mano amiga, una fría bebida.
Sí, en un bar, en una esquina, él yacía, el hombre y su bebida.
0 comentarios:
Publicar un comentario